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La aberrante herejía del papado romano y sus grandes escándalos
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Religiones
Comenzamos contándole que el título “Papa”
no aparece en ningún texto bíblico. Se sabe que a los primeros obispos los
feligreses les llamaban Pappas y eran algo así como los padres de las
comunidades.
Esto gusto a los líderes religiosos y adoptaron el término con lo que a través de los siglos les ha traído buenos dividendos económicos, entre otros.
Esto gusto a los líderes religiosos y adoptaron el término con lo que a través de los siglos les ha traído buenos dividendos económicos, entre otros.
Desde Pedro, el supuesto primer papa,
(año 33), al actual Papa Francisco (2013) han pasado por Roma 266 cabezas de la
iglesia, católica, apostólica y romana. En realidad Pedro no fue “Papa”, en
verdad fue el primer obispo de Roma. Ahora bien, el término se comenzó a usar
en el año 337.
En sus comienzos, el papado fue
sanguinario como cualquier otro gobierno, ya que masacró a todos aquellos que
no comulgaban con sus falsas doctrinas, como es el caso de los Gnósticos, los
judíos, etc.
A esas horrendas masacres podemos sumarles su famosa Santa Inquisición en donde murieron miles de inocentes pasados por la hoguera.
A esas horrendas masacres podemos sumarles su famosa Santa Inquisición en donde murieron miles de inocentes pasados por la hoguera.
Los pleitos por el poder vienen desde
Pedro, cuando se lo disputaba con Pablo. Resulta que Pablo llamó a Pedro
apóstol de los circuncisos en su Carta a los Gálatas y dijo que él era Apóstol
de los Gentiles. También Santiago (jefe de la Iglesia de Jerusalén) tenía
controversias con Pedro.
Apocalipsis; capítulos 17 y 18
“Escandaloso drama convulsionado de una poderosa mujer inmoral, avara,
perseguidora, increíblemente cruel y hasta sangrienta, la que también pretende
gobernar al mundo entero y ser adorada por todos los seres humanos”.
“La iglesia de Roma defendió con
violencia el imperio que había obtenido por fraude; un sistema de paz y
benevolencia pronto fue deshonrado por proscripciones, guerras, masacres y la
institución del santo oficio” (El
decaimiento y fin del Imperio Romano, de Edward Gibbon)
Un gran castigo se cierne sobre la gran
ramera (la Iglesia Católica) y para los
idolatras que siguen su falsa
doctrina, creyendo firmemente en cosas que nuestro padre celestial nunca dijo.
Es increíble que aun en pleno siglo 21
estos señores continúen con sus falsedades, como es el hecho que santifican a
dos cabezas de la iglesia, como son Juan XXIII (Ángelo Roncalli) y Juan pablo II (Karol Wojtyla)
Del primero podemos decir que su papado
estuvo plagado de escándalos y herejías. Leamos este párrafo escrito por el en
1926 en el cual da a entender que la verdadera iglesia no esta constituida
todavía:
“Católicos y ortodoxos no son enemigos,
sino hermanos. Tenemos la misma fe; compartimos los mismos sacramentos y
especialmente la eucaristía. Estamos divididos por algunos desacuerdos respecto
a la constitución divina de la Iglesia de Jesucristo.
Las personas que fueron la causa de estos
desacuerdos murieron hace siglos. Abandonemos las viejas disputas, cada uno en
su propio dominio, trabajemos para hacer bien a nuestros hermanos, dándoles el buen
ejemplo. Más tarde, aunque viajemos por caminos diferentes, vamos a lograr la
unión entre las iglesias para formar juntos la verdadera y única Iglesia de
Nuestro Señor Jesucristo”.
La historia cuneta muchas anécdotas,
exabruptos y escándalos entre otros de
Juan XXIII, como el hecho que era Masón, así como lo lee.
Al respecto el escritor y Masón
reconocido Yves Marsaudon dijo en su momento que; “Ángelo Roncalli se convirtió
en masón grado treintaitrés cuando era nuncio en Francia”.
Los guardias republicanos franceses afirmaron
lo siguiente al ser preguntados; “el nuncio (Roncalli) vestido de civil
abandonó la residencia para asistir a las reuniones nocturnas de los jueves del
Gran Oriente de Francia (la logia masónica). Esto y más lo sabe el actual papa Francisco, pero
pareciera que está aceptando (con su canonización) su masonería, entre otras cosas.
El hoy “santo” tenía entre sus amigos a;
de M. Bogomolov (embajador soviético) acusado por la masacre de los católicos
rusos en la época de la pre guerra, Edouard Herriot, secretario de los
socialistas radicales anti católicos y anticlerical.
Para terminar con este segmento sobre
Juan XXII, se recuerda que cuando este aún era cardenal recibió su sombrero cardenalicio
de manos del conocido anticatólico Vincent Auriol.
De todo esto se desprende que Juan XXIII
era un masón y probablemente un comunista.
El Vaticano ha vivido de escándalo en
escándalo, como veremos a continuación.
La adolescente de 15 años Emanuela
Orlandi fue secuestrada en 1983 para hacer
orgias sexuales dentro del Vaticano y luego fue asesinada por la mafia
en contubernio con el servicio secreto búlgaro e italiano
En el 2005 una mujer identificada por la
prensa como Sabrina Minardi, afirmó que
el mafioso Enrico De Pedis (jefe de la banda de la Magliana) asesinado en un
ajuste de cuentas en 1990 (enterrado en la iglesia de San Apolinar de Roma) fue
quien secuestró a Orlandi.
Este caso fue relacionado con el atentado perpetrado contra el papa Juan
Pablo II en 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano a manos del terrorista
turco Ali Agca.
Luego de esta denuncia fue abierto el ataúd
del mencionado mafioso, encontrándose el cadáver de este, dentro de otro, el que a su vez
estaba dentro de un tercer ataúd, a la manera que son enterrados los papas. Nos
preguntamos cómo puede ser que asesino
de esa calaña estuviera enterrado en una iglesia.
Pero esto tiene su explicación en el
hecho que la llamada Iglesia Católica, apostólica y Romana es un nido de
víboras, que en realidad no representa en nada al que dice representar.
Vemos que ante Dios está prohibido llamarle
Papa a un simple mortal y además en la biblia no se menciona esta palabra.
Se lee en Mateo 23:8, 9; Pero vosotros no queráis que os llame Rabí; porque
uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis
padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en
los cielos.
Pues bien, como sabemos la palabra
latina Papa quiere decir Gran Padre,
misma que tiene un trasfondo
pagano-religioso.
Permítame explicar esto u poco.
Se sabe que la antigua Roma era
completamente pagana y entre tantos cultos estaba el de la diosa Gíbela que
adoraban como La Madre de Dios ¿Le recuerda algo?
Este culto a Gíbele venía desde la época
Neolítico o edad de piedra. Los romanos la importaron desde Frigia, (Asia) llamándola Magma
Mater o sea la Gran Madre, cuyo
esposo supuestamente era Papas (en
griego quiere decir Gran Padre).
Fíjese bien en esto; Gíbele era la Gran
Madre para los romanos de esa antigua época y para el catolicismo apostólico y
romano es la Virgen María la madre de todos ellos.
Ahora bien los Papas romanos asentados
en el Vaticano, son cómo el consorte de la diosa Gíbele de la antigüedad. Los
mal llamados Papas, son los que promocionan ante los creyentes, la idolatría y ponen
como una deidad, a la que llaman la Inmaculada
Concepción y su Ascensión al cielo.
Todos seguramente hemos oído hablar del
padre Martín Lutero ((1483-1546), minero y consejero municipal, estudioso de
las artes, filosofía, física, matemáticas, ética, lógica, etc., etc. Luego de
sufrir un accidente a causa de un rayo, decidió entrar a la vida religiosa (1505)
entrando al monasterio de los ermitaños agustinos de Erfurt, en donde se ordenó
sacerdote.
Bajo la protección del vicario general
de los agustinos de Alemania, Johann von Staupitz, fue envido a Roma (1510), en
donde encontró que la corrupción estaba instaurada a través de los abusos en la
propagación de la doctrina y el mercantilismo con la Venta de Indulgencias de
los pecados. Luego de una serie de
denuncias por parte de Lutero, fue acusado de herejía y excomulgado por el papa
León X. Este mismo dio luz verde para que cualquiera lo matara y el asesino quedaría
limpio de pecado.
El príncipe alemán Federico III el Sabio
dio refugio secretamente a Martín Lutero, ya que este noble alemán trataba de
liberarse del dominio político de la Iglesia Católica y del emperador alemán. En su exilio en el Castillo de Wartbur
emprendió la traducción de la biblia al idioma alemán, dando base a la doctrina
luterana, además rechazó el celibato, y contrajo matrimonio con la ex-monja
Catalina von Bora (1525). Es allí donde comienza el protestantinismo.